El comprimido calendario que queda por disputarse cruza los caminos de Real Sociedad y Real Madrid en la jornada 30. Un auténtico incunable del Campeonato que se jugará, con toda seguridad, el domingo 21 en Anoeta y que será el reencuentro de Martin Odegaard con el equipo que posee sus derechos. Es probable que la jornada no termine ahí, en ese punto cordial de los saludos con los excompañeros.

El Real Madrid visitará el estadio donostiarra en plena carrera contra el Barcelona por ganar la Liga. La amenaza que se cierne sobre el cuadro de Zidane es macabra: Odegaard, su jugador, puede poner en peligro las aspiraciones blancas al título en el duelo de Anoeta. El noruego, un profesional, no se dejará un gramo de energía en el tintero, por mucho que en el otro lado del rectángulo espere el Real Madrid. A los hechos hay que remitirse.

El Real Madrid no incluyó la norma que impide al futbolista actuar contra el equipo que lo cede, es decir, la denominada ‘cláusula del miedo’. Siempre que su estado físico se lo permita o que Imanol Alguacil lo estime oportuno, el escandinavo podrá jugar contra el Real Madrid en Anoeta. Sería la tercera vez que lo hiciera esta temporada. Las dos anteriores fueron en el Santiago Bernabéu.

El partido de la primera vuelta liguera concluyó con victoria madrileña (3-1) y Odegaard jugó todo el partido. No brilló con luz propia, tampoco desentonó. El destino quiso que el noruego regresara por segunda vez al Bernabéu con ocasión de los octavos de final de Copa. La Real conquistó el coloso blanco (3-4) con un estelar Odegaard, autor el primer gol del partido, que no celebró. El tercer reencuentro, sin gente en la grada, no se parecerá en nada a un Real-Madrid de toda la vida.