Al caso Núñez se le ha sumado en los últimos días un supuesto interés del Espanyol de Abelardo por Ibai para buscar la heroicidad de una permanencia con pinta de misión imposible. Al margen de cábalas e hipótesis, parecería razonable que aquel futbolista que no gozaba de los minutos y/o la confianza de Garitano se plantee terminar la temporada allí donde el técnico de turno le garantice mayor protagonismo.
Dije lo mismo cuando Herrerín, los tres porteros y sus comprensibles declaraciones alegando que quiere jugar y competir, sea donde sea.
La duda futbolística que se entiende que puede rondar en la cabeza del futbolista, más allá de cada caso particular, podría radicar en descifrar si jugando unos meses en otro equipo conseguirá hacerse el hueco que ahora mismo no tenga en Bilbao. Es decir, que siendo positiva una eventual salida tampoco te garantizaría la solución al problema principal.
Herrerín salió cedido unos meses a Leganés, lo bordó, hizo una segunda vuelta sensacional, pero al volver nadie le aseguró la titularidad, tuvo que seguir peleándola incluso con algún que otro tsunami de por medio. Entiendo y comparto la idea de buscar la cesión para jugar y reivindicarse. Cuestión de piel. Garitano ha sido muy claro y cierra la puerta de salida. ¿Veremos más veces a Ibai en el once?